¿Te duele la espalda en el trabajo?
Aquí tienes una infografía realizada en un taller del Experto Universitario por la Universidad de Málaga en ejercicio terapéutico y readaptación funcional en fisioterapia, por la Casa POPPER.
El dolor de espalda es una de las principales causas de absentismo laboral, es decir, la probabilidad de sufrir dolor de espalda en el entorno de trabajo en toda nuestra vida laboral es relativamente alta.
Desde la fisioterapia, podemos abordar el dolor de espalda desde un plano orientado a la prevención (antes de tenerlo) o al tratamiento (una vez que lo padecemos).
En esta infografía se muestran 5 consejos para reducir la probabilidad de padecer molestias en nuestra espalda:
1. MUÉVETE MÁS FUERA DEL TRABAJO: Esta frase hace alusión a que debemos realizar actividad física fuera del entrono laboral (aunque nuestro trabajo sea ‘’físico’’). En muchas ocasiones, en consulta, oígo a los pacientes que tienen un trabajo con mucha carga física lo siguiente: ‘’ YO CON LO QUE TRABAJO YA ES SUFICIENTE’’. Y en realidad, lo esta diciendo una persona que sufre posiblemente sobrepeso, que su condición física es baja y que muy frecuentemente tiene molestias en su espalda, las cuales, para sorpresa de nadie, se relaciona con las posturas en la cama o el sofá. Y es que el cuerpo no entiende de posturas, o de gestos… Entiende de estímulos, y en el caso del paciente anterior, vemos que en su jornada laboral se expone a un estímulo alto, pero que en sus 16h restantes del día, no hace nada para mejorar, o al menos mantener su condición física y de salud. En definitiva, realizar actividad física de intensidad MODERADA, fuera del entorno laboral, nos puede beneficiar a la hora de reducir la probabilidad de padecer un episodio de dolor de espalda.
2. CUIDA TU DESCANSO: Es importante realizar ‘’snacks o paradas’’ en nuestra jornada laboral. No es suficiente solo con estos descansos en nuestro horario de trabajo, si no que también debemos dormir entre 7-8 horas diarias para que nuestro organismo recupere después de un nivel alto de esfuerzo y trabajo. Es muy importante conocer nuestro cuerpo, para saber cuando debemos descansar más y cuando podemos aumentar nuestra actividad diaria. Esto no deja de ser un tema relacionado con las ‘’ DEMANDAS Y CAPACIDADES’’. *Demandas: todo aquello que le exigimos a nuestro organismo en un periodo de tiempo, en este caso a nivel físico. Capacidades: características individuales que nos hacen resistir a un estimulo determinado, como por ejemplo: fuerza, movilidad, resistencia a la fatiga…
3. LA MEJOR POSTURA ES LA QUE MENOS DURA: Un bonito pareado, que muchas veces habréis oido y que no se aleja de la realidad. Cambiar de postura, levantarse de vez en cuando, caminar por la oficina, dejar nuestros útiles de trabajo y realizar gestos diferentes a los que habitualmente hacemos, son estrategias que nos evitarán en gran medida tener dolor de espalda.
4. PREPÁRATE PARA TRABAJAR: Existen movimientos y gestos que te van a ayudar a aumentar la temperatura de tu cuerpo, a flexibilizar los tejidos y en definitiva, a prepárate para la actividad que vayas a realizar, en este caso trabajar. Igual que en el deporte pensamos que es lógico calentar antes de jugar al fútbol, correr, nadar, etc… En ciertos trabajos, también es recomendable unos minutos de calentamiento/activación previos.
5. CUIDA TU ALIMENTACIÓN: Y en este último consejo, también hacemos referencia a la relación que existe entre el sobrepeso y el dolor de espalda. Es muy importante tener una dieta sana y equilibrada, con un correcto aporte de nutrientes esenciales, que nos darán energía para todo el día y que no aumentaran nuestros depósitos grasos. Es por ello que deberíamos de alejarnos de productos azucarados, ultraprocesados, con alto contenido en grasas saturadas… y si no es el caso de evitarlos totalmente, al menos, reducirlos de nuestra dieta.
Estos son los 5 consejos que hemos puesto en común en el taller del Experto Universitario, espero que te sirvan si tienes dolor de espalda, y si no lo tienes, también puedes ponerlos en práctica para reducir la probabilidad de padecerlo.
