¿Qué puedo hacer para no lesionarme?

Esta pregunta, se nos puede pasar por la cabeza en muchas ocasiones, mientras hacemos deporte o actividad física, durante la rehabilitación de una lesión, antes de empezar a entrenar… Pero, ¿hay algo que podamos hacer?

Para responder a esta cuestión, tenemos que saber en primer lugar, qué es lo que aumenta el riesgo de lesión.

Podemos diferenciar: factores internos (genéticos, antecedentes previos lesionales, etc) y factores externos (carga de entrenamientos, condiciones ambientales, factores relacionados con el entorno…)

Dentro de los factores externos, nos encontramos con un concepto muy importante a tener en cuenta, que es la carga de entrenamientos. 

Carga

Podemos diferenciar dos tipos:

-Carga externa: son aquellos datos que nos indican cual es el trabajo realizado, pudiendo cuantificarlos a través de parámetros como son (horas, kilómetros, ejercicios, minutos/km, etc). Y dentro de esta, se encuentras distintos componentes: duración, volumen, intensidad, densidad, y descanso.

-Carga interna: son aquellas modificaciones/adaptaciones que se producen a nivel fisiológico en nuestro organismo, como consecuencia de este trabajoa (aumento de la sección trasversal del músculo, mejora en el trasporte de oxígeno, aumento de la capacidad aeróbica, mejoras en la coordinación neuromuscular, pérdida masa grasa, etc.).

Por lo tanto, podemos decir, que la base común, de una rehabilitación o un entrenamiento es: la aplicación de una carga externa para conseguir cambios a nivel fisiológico (adaptaciones en la carga interna).

Demandas y Capacidades

Tenemos que tener en cuenta, que la carga externa, no solo es aquello que hacemos correspondiente al entrenamiento, también engloba lo que hacemos durante un periodo de tiempo, por ejemplo, durante un día,  y a lo que podemos llamar ‘’demandas diarias’’.

Las capacidades individuales son aquellas características físicas y psicológicas, que hacen que nuestro organismo se adapte al estímulo, o que por el contrario se dañe si el estrés físico es superior a estas, y se mantiene en el tiempo.

Si nos imaginamos una balanza, en la que las demandas superan las capacidades, nos encontramos en una situación más favorecedora para tener una lesión. En cambio, si estas demandas diarias, se mantienen equilibradas, respecto de nuestras capacidades, el entono es favorecedor para mejorar nuestra condición física y de salud.

Conocer cuáles son esas demandas, es una tarea que debemos contemplar desde la fisioterapia. En la rehabilitación de una lesión, no debemos valorar solo los cambios a corto plazo y modificadores de síntomas, si no también, recabar la información interesante para la búsqueda de las posibles causas lesionales.

Uno de los tratamientos con más evidencia científica que podemos realizar como fisioterapeutas, es el ejercicio de fuerza específico e individualizado a la condición de nuestro paciente.

Como resumen, podríamos decir, que gestionar la carga es una de las tareas más complicadas dentro de la vida de un paciente, sea deportista o no. Pero lo que sabemos, es que mejorar nuestras capacidades a través del ejercicio de fuerza, nos reducirán el riesgo de padecer una lesión.